"Hombre, golpeé a Ali con golpes que derribarían las paredes de una ciudad: la ley, la ley, es un gran campeón".

Cuando John Douglas, el 9
th Marquess de Queensbury respaldó públicamente el nuevo código para el boxeo en 1867 (originalmente escrito por un deportista llamado John Graham Chambers), poco habría sabido sobre el impacto que este "código de conducta" tendría en el deporte incipiente.

Avance rápido más de 100 años y una de las trilogías más convincentes en la historia del deporte comenzaría a desarrollarse. Los combates Ali V Frazier hasta el día de hoy son bastante considerados como el punto de referencia para todos los combatientes de todas las clases de peso.
"Lo golpeé con tiros corporales que habrían derribado ciudades". --Muhammad Ali, sobre el poder de los golpes que Ali arrojó a Frazier
La historia de Ali se ha contado muchas veces, pero el hombre llamado "Smokin Joe" siempre fue un objetivo más difícil de precisar. Claro, es posible que no haya tenido el carisma eléctrico de Ali o la astucia de Sugar Ray Robinson, pero el estilo de acción de Frazier y la implacable búsqueda del nocaut lo convirtieron en un éxito instantáneo con los fanáticos y los conocedores de boxeo por igual. Era esa rara raza de deportistas, una leyenda en su propia vida. Él será extrañado.
Frazier fue incluido en el Salón de la Fama Internacional de Boxing en 1990. Su autobiografía, Smokin 'Joe, se publicó en 1996.
Frazier se divorció de su esposa, Florence. Le sobreviven su compañero de 40 años, Denise Menz, y por 11 hijos.