Pendleton Woolen Mills es una marca estadounidense icónica con una historia histórica que se remonta a 1863 cuando un tejedor inglés llamado Thomas Kay sentó las bases para lo que se convertiría en un negocio familiar famoso por sus telas y ropa de lana. Para 1909, la familia Bishop, descendientes de Kay, abrió la primera fábrica de lana de Pendleton en la ciudad de Pendleton, Oregon, que pasaba de operaciones anteriores centradas principalmente en tejer mantas y túnicas nativas americanas para las tribus locales.
La ubicación del molino en Oregon era estratégica debido a la abundancia de lana de alta calidad de las ovejas locales y el acceso al río Columbia, que era esencial para el proceso de lavado de lana. Pendleton se distinguió rápidamente por su capacidad para controlar todo el proceso de producción de la lana cruda a los productos terminados, una rareza en ese momento y un testimonio de su compromiso con la calidad y la artesanía.
Pendleton ganó fama por sus mantas de lana vibrantes e intrincadamente estampadas que se convirtieron en íconos culturales por derecho propio. Estas mantas se usaron en el comercio con tribus nativas americanas y fueron muy valoradas por su durabilidad, calidez y belleza distintiva. Los patrones incorporados en estas mantas a menudo se inspiraron en los diseños y la mitología nativos americanos, respetando y reflejando las historias y prácticas de las tribus locales.
En la década de 1920, Pendleton amplió su producción para incluir ropa de lana, particularmente la camisa de lana masculina, que se convirtió en un elemento básico del guardarropa del trabajador estadounidense. A mediados del siglo XX, la marca se había convertido en sinónimo de ropa al aire libre resistente y de alta calidad. La introducción del desgaste de las mujeres se produjo en 1949 con la chaqueta '49er, una chaqueta informal pero elegante que se convirtió en un clásico instantáneo entre las mujeres estadounidenses y la reputación de Pendleton solidificada en la industria de la ropa.
Hoy, Pendleton se celebra no solo por su compromiso con la calidad y la artesanía, sino también por su importante papel en el estilo y la cultura estadounidenses. La compañía continúa produciendo una amplia gama de productos, que incluyen ropa, mantas y otros accesorios para hombres y mujeres, todos caracterizados por el uso de telas de lana fina y los patrones icónicos que se han convertido en una firma de la marca Pendleton.
Además, Pendleton sigue siendo un negocio familiar, con la sexta generación de la familia Bishop ahora al timón, asegurando la continuación de una larga tradición de innovación de telas y excelencia textil. El atractivo duradero de la marca también se debe en parte a su compromiso de mantener la producción en los Estados Unidos, promover prácticas sostenibles y honrar el patrimonio cultural que ha sido parte de su identidad durante más de un siglo.
En los últimos años, Pendleton ha colaborado con una variedad de diseñadores y marcas, introduciendo sus patrones clásicos a las nuevas generaciones y consolidando su estado como piedra angular de la moda del patrimonio estadounidense. Estas colaboraciones, junto con el enfoque continuo de Pendleton en la calidad y la artesanía, aseguran que la marca siga siendo relevante y apreciada en el mundo de la moda en constante evolución.